Todas las mañanas me cruzo en el metro con la misma chica. Ella va escuchando música con auriculares y cantando a voz en grito sea lo que sea que esté escuchando. Parece tan feliz que siempre que me la cruzo hace que sonría, da igual que sean las 9 de la mañana, que sea lunes o que llegue tarde, me contagia su alegría. Ella tiene síndrome de Down, y esto hace que carezca de vergüenza, pero quién no ha cantado en su casa (no necesariamente en la ducha) a voz en grito? Quién no ha cantado en su coche aprovechando que nadie le oye?
Y es que un atasco es menos atasco si tienes buena música y buena compañía.
Yo sin ir más lejos, si escucho Eminem en el iPod acabo irremediablemente caminando con cierto aire macarrilla.
Es viernes, chic@s! Disfrutad lo que podáis, cantad en la ducha, bailad por casa y sobre todo sonreíd, que la vida son dos días y los pequeños detalles son esos que dibujan una sonrisa en nuestras caras.
Feliz puente!
Me ha encantado la historia de hoy. Un beso wapa!
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