Desde siempre he sido una mujer de principios. Ahora, de finales, más bien poco.
Bastante me sorprende haber acabado el Instituto y haber hecho incluso la selectividad, pero llegó un momento, tras repetir 2 cursos, que ya no podía quedarme más tiempo allí, y mucho menos sola, sin mis amigas, porque entonces ya si que no acababa ni de broma.
Luego empecé una carrera, la que yo creía más adecuada para mí (y también aquella para la que me daba la nota), pero no estaba yo muy centrada por aquel entonces.
También hice un ciclo de Integración social, que tenía unas prácticas durante 6 meses. Pues cuando llevaba 3 meses, las dejé. Decir que al año siguiente retomé las prácticas en otro sitio completando así los 6 meses, pero... decidí que tampoco era ese mi camino profesional.
Y tras un tiempo dedicada a la industria textil, más concretamente incrementando las arcas del Sr. Amancio, un viaje a Mallorca con mi hermana cambió mi rumbo. Fue un viaje de domingo a domingo en un Todo Incluido de lo más austero, con marcas de bebidas tipo Maritrini, Ron Frugal y Tequila Jose Ciervo. Desde el domingo hasta el jueves estuvo lloviendo. El viernes me tosté al sol y me dio una reacción alérgica que tuve que pasar el sábado a la sombra y el domingo regresamos.
Por qué cambió este fracaso de viaje mi rumbo? Pues porque en esos días lluviosos hicimos varias excursiones, y viendo a los guías me moría de envidia y pensé que ese era el trabajo que yo quería desempeñar. Unos cuantos años después, sabréis que no me dedico precisamente a ser guía, pero bueno, por lo menos estoy en el mismo campo, he viajado y tampoco me siento especialmente frustrada y tengo una estabilidad, lo cual es mucho con los tiempos que corren.
El tema de mi inconstancia se está trasladando ahora al tema de la boda, porque empecé los preparativos con mogollón de ganas, estaba en casa todo el día preparando e ideando cosas, y tantas cosas preparaba, que al final lo tengo todo a medias.
Pongo algunos ejemplos:
- Comencé un ramito de fieltro para las damitas de honor (las sobris de Mr. Argu), y por fin logré acabar uno, pero el otro aun ni lo he empezado.
- Comencé un invento para llevar las alianzas, pero lo tengo a medias
- Pensé en hacer yo misma los muñequitos de la tarta, pues tengo ya la novia, pero sin ramo, y el novio aun no está hecho.
- Empecé a hacer una especia de guirnalda con nuestros nombres, pues, no tengo hechas ni 4 letras, y me temo que eso si que no lo voy a terminar, porque no me convence nada el resultado.
- Menos mal que las invitaciones las hice casi todas de un tirón, porque aquellas que no hemos entregado aun, porque no conseguimos quedar con la gente las tengo sin hacer, y las voy haciendo sobre la marcha.
Y creo que no hay nada más, pero lo que si he conseguido es dominar mi impulso de comenzar más cosas nuevas. Muchos principios, pero pocos finales.
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